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VENENO

 

"Veneno que tú me dieras...
¡Ay! Qué bendito veneno
si antes del amanecer
fuera yo ese potro negro;
sin bridas y sin montura,
donde tu cuerpo moreno
cabalgase entre las sombras
de mi amoroso deseo...



Herida por tus espuelas,
mi sangre, entre dos luceros,
recorrería el camino
redondo de tus misterios,
hasta coronar la cumbre
tentadora de tus besos...

 

Y luego, un segundo nada más...
copa de veneno,
para apurarla de un sorbo
y enterrar en sueño eterno
esta pasión satisfecha
de la que morirme quiero..."

 

 

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