Blogia

Con La Cámara A cuestas

<h2>Con La Cámara A cuestas</h2>

 

Hoy he pasado la tarde con mi cámara de fotos y el niño de la sonrisa azul.

 

Me lo encontré por la mañana, al ir a comprar el pan. Me preguntó si quería tomar un café (de esos sin café) por la tarde, pero le dije que ya tenía planes...

 

Desde hacía días ya había pensado, si hacía buen día salir con mi cámara y hacer algunas fotos de la playa, para colgarlas y poner un link para que la gente de proverbia pudiese ver mi ciudad...

 

Le comenté lo que iba a hacer, y pensé que posiblemente no le apetecería, pero me dijo que le gustaría acompañarme.

 

Fue una tarde genial. Llena de risas.

 

Hice casi doscientas fotos, aunque luego, como siempre, desecho más de la mitad.

 

Hacía mucho viento, la mar estaba picada, y la bahía llena de veleros que surcaban veloces las aguas entre el sonido sordo del viento hinchando las velas.

 

Paseamos a lo largo de toda la costa, parándonos de vez en cuando para extasiarnos ante la belleza que nos rodeaba.

 

Fotografiamos las playas, a los surfistas luchando contra las olas...

 

Me sentí muy cómoda con él. No sentí la necesidad de hablar contínuamente como cuado uno está nervioso y tiende a llenar todo el silencio esperando que no aparezca uno de esos incómodos en los que nadie sabe que decir que a veces se dan.

 

Había entre nosotros esa naturalidad y complicidad que uno tiene con los amigos antiguos, con los que, incluso el silencio es una agradable conversación. Creo que llegaremos a ser grandes amigos "mi Ángel" y yo :)

 

He llegado a casa agotada, después de andar kilómetros, pero con la sonrisa colgada en los labios...

 

 

 

0 comentarios