Inspiración

 

Apareces cada día colgándote de mis dedos.

 

¿Porqué no te quedas?

 

Te desgranas en las páginas, palabra tras palabra... respondiendo a esta necesidad mía de desnudar el alma.

 

Y sin embargo, hay veces en las que, esquiva, te escondes.

 

Te niegas a que mis manos dejen escapar sobre el teclado los mil suspiros que encierro, a permitir sacar de la sombra todo aquello que nació para la luz...

 

Otras veces en el silencio de la noche me acechas... obligándome a levantarme, pluma en mano, para satisfacer tu exigente llamada.

 

Te nutres, de cada uno de mis sentimientos, mis afectos, mis ganas, parásita de mi cuerpo, de mi mente, de mi alma...

 

A veces me agotas, sin piedad, imaginando las más oscuras y torvas palabras... otras, me entregas el premio del más profundo alivio, al liberarme de mis dolores en forma de poemas, de canciones...

 

Y sin embargo, siempre vas y vienes, porqué nunca te quedas, inspiración?