Gracias....
2.- A mi caballero de brillante armadura...
Siempre estás presto a defender el castillo que con el paso de los años levantamos... A batirte en duelo con las mil y una circunstancias que a lo largo del tiempo nos han envuelto... A luchar sin desmayo por sacarme adelante...
Abanderado de la amistad y el amor... Con tu valentia por escudo, tu lealtad por vestidura, tu amor y paciencia por toda arma... Con tu sonrisa que desbarata cualquier objección, con tu voz suave y calmada que me acuna en los momentos de dolor como una nana... siempre pensando que no serás lo suficientemente fuerte esa vez, y siempre teniendo el coraje y la fortaleza de aguantar por los dos... Sin un reproche, sin una palabra de desaliento... Sin importar lo que haga te eriges en mi paladín en las horas de desgracia...
Nunca has dejado de creer en mí. Nunca pediste nada que no pudiera darte, aunque hubieses podido hacerlo muchas veces en horas bajas... Siempre justo. Siempre dándome todo, sin esperar a cambio, sin preguntas, sin dudas...
Juntos vivimos muchos momentos, hermosos unos, malos otros... soportamos unidos golpes de la vida, pérdidas, desengaños... aprendimos a ser adultos y responsables, aprendimos que el amor de pareja puede doler, pero también que después de éste, el mundo no acaba. Que un hombre y una mujer pueden ser amigos y entenderse con una sóla mirada. Que los años de relación fueron años de aprendizaje mutuo, que tú me conoces mejor que nadie, y yo te conozco mejor que tú mismo...
Aprendimos que un castillo se empieza por los cimientos, no por los torreones... y que cuanto más profundos son aquellos, más duradera y gloriosa es la construcción. Y los dos sabemos, que esto que tú y yo construimos, desde la paciencia, el amor, el entendimiento, la lucha, la entrega... no podrá derribarlo ninguna tormenta, ningún ejército enemigo podrá derribar nuestra fortaleza, y que la bandera de nuestra amistad ondeará por siempre en las almenas....
Sabes que en mí siempre encontrarás ese puerto donde atracar cuando desfallezcas, aunque últimamente el velero que ha estado yendo a la deriva haya sido yo... Gracias por haber sido mi ensenada.... Gracias por tu amistad, por cada instante que me das....
Te quiero con todo mi corazón
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