Hoy intenté agarrarme al clavo ardiendo de unas palabras...
Pero los labios enmudecieron, perdieron el habla...
Mi mano, quemada, perdió asidero,
ardiente estigma,
caigo al vacío del silencio...
Me lleno, me lleno...
Y cuanto más me lleno,
más vacío siento...
Cayendo...
Recayendo...
Y lo peor de todo es
que no se si me importa o no,
levantarme...
Hundiéndome en el silencio...
Hoy es un día jodidamente malo... Ni siquiera me salen palabras hermosas con las que plasmar mi lacrimógena vida en este blog para que al menos sirva de algo...
Hoy me siento mal. Muy mal. Y ni siquiera sé porqué me siento peor que ayer, o antes de ayer, o hace 4 días...
Sólo sé que siento una especie de nudo en mi interior que lleva días y días deshaciéndose... Un nudo que me impedía llorar y que ahora, al soltarse, hace que lo haga a mares...
Y con eso aún me siento peor... Soy una "niñata" que disfruta autocompadeciéndose, llorando y quejándose de la vida que le ha tocado en suerte en lugar de hacer algo por cambiarla...
Me siento una farsa, un fracaso...
Hoy no estoy feliz.
Hoy me quiero un poquito menos...
Hoy me odio un poquito más...
Llevaba dias con la sonrisa en la cara, tampoco se porque...
Pero hoy, la verdad es que las lágrimas aparecieron traidoras, y tuve ganas durante un segundo de borrarme del mapa...
Y lo peor de todo, es que, como siempre, el daño no viene de fuera... el daño viene de mí...
Hoy he retomado mi sana costumbre de ir al club y hacerme 20 largos.
Después un ratillo de sauna, y una ducha fría.
Dios, he acabado echa polvo xD
No me imaginaba que estaba tan desentrenada...
Desde finales de noviembre no nadaba.
Después he subido a la facultad, cansada pero feliz.
Con una vitalidad enorme, y sintiendome en equilibrio. No recordaba lo bien que me sentía dentro de la piscina. Lo fácil que me era dejar todo fuera y no concentrarme más que en mi respiración, el ritmo de las brazadas...
Después ha salido un ratito el sol. Tras una noche de perros en la que no paraba de llover y granizar. Ahora mismo se ha hecho de noche cerrada, no se ve luna, y no deja de caer esa lluvia triste y persistente que me encanta ver desde la ventana, mien abrigadita en casa.
Por la tarde he estado algunas horas charlando y riendo con un "geniecillo nocturno". Ha sido agradable. Hacía tiempo que no me reía tanto.
Hoy he coleccionado un montón de sonrisas que recordar hasta que el sueño me alcance. Aunque pueda sonar estúpido, desde que recuerdo las sonrisas del día, duermo mejor...
Estaba supernerviosa esta mañana, pero no ha sido gran cosa.
Me pusieron el gotero, y sólo he tenido que esperar a que se acabase y todo el fármaco estuviese en mi cuerpo.
Mientras esperaba tumbada en la camilla, con los ojos cerrados pensaba miles de cosas.
La verdad es que confieso que ninguna de ellas era demasiado optimista.
Miles de veces en el pasado año he deseado morir... ahora, me asusta pensar en la idea.
Pero además del miedo siento una profunda tristeza...
Me duele mucho que ni siquiera se preocupe por mí, cuando sabía desde diciembre que los resultados habían salido mal.
Duele pensar que todas las palabras que algún día me dijo, y las que más duelen no son precisamente las de amor, quizás no las sentía...
Ya no echo de menos al novio, el amante, la pareja... Al menos no tanto como antes lo echaba en falta... Echo de menos al amigo que creí podría conservar toda la vida.
Nunca me han dolido más los errores que los que me llevaron a perder a ese amigo...
Me he vuelto a encontrar con su sonrisa azul al doblar la esquina.
Años sin vernos, y ahora, en una semana, dos días...
Hoy no me he puesto roja. Bastante tenía con dominar a mi perra para que no se le echase encima... Tiene buen gusto 
Lo cierto es que pensaba saludar deprisa.
Una es coqueta, y la verdad que de vaqueros, con forro polar y un recogido... Voy a tener que arreglarme para bajar a pasear a mi bicho, que nunca se sabe...
Na, Nick, es coña. 
Nos hemos dado un par de besos. Nuevos ladridos de mi perra... nunca he visto un ser más celoso.
Pero bueno, tras la desconfianza inicial parece que al final le ha gustado, porque cuando él le acariciaba suavecito entre las orejas ella sacaba una lengua de 4 palmos para intentar lamerle la cara...
Lo cierto es que me he reido un montón.
Se me ha quedado mirando y me ha dicho "Creo que me debes un café"
Y dale que dale con el café, y luego no lo toma nadie...
Yo le he mirado, me he echado a reir y le he dicho: "Recuérdamelo cuando no lleve un acompañante tan celoso"
Ahora lo pienso y me digo... qué gilipollez... pero bueno, nos hemos reido los dos.
Me ha dicho que me tomaba la palabra.
Esto me recuerda a uno de esos cuentos de nunca acabar...
Empiezo el tratamiento la primera semana de febrero.
No sé aún si esos 3 días me ingresan o no, pero la verdad es que me da igual.
Últimamente estoy tan nerviosa a todas horas que ni siquiera esto me afecta
más.
Supongo que a medida que pasen los días si que iré notando la tensión.
El martes tengo que ir donde la psicóloga para que me de una cinta de relajación y me enseñe unos ejercicios para controlar la ansiedad.
La verdad es que me hace falta.
No sólo en el plano psicológico, sino porque el estar nerviosa me afecta físicamente.
Hace que el esófago me duela un montón, con lo que apenas puedo comer normalmente. Lo que como, me sienta mal. Apenas duermo, estoy todo el día cansada.
Hoy me levanté mareadísima y me he pasado medio día en la cama.
Es todo un círculo vicioso.
El estar ansiosa me afecta a mi capacidad de control. De todo en general, y sobre todo del mayor problema que tengo ahora que es la comida.
Y si estoy nerviosa y siento inseguridad y que no controlo, pierdo el Norte, y me atraco.
Y entonces todo va a peor. Porque me siento un fracaso, me siento lo peor, me avergüenzo y me doy asco a mi misma.
Y entonces tengo que controlar porque es la única forma de dejar de sentirme como me siento. Y eso significa vomitar, ayunar, hacer ejercicio sin parar.
Y momentáneamente me hace sentir mejor, pero después, cuando pasa el momento soy consciente de lo que pierdo con cada recaida. No sólo porque me lo diga la psicóloga, o mi familia, o quien sea, si no porque puedo ver las cosas.
Eso es lo más jodido. Que tu mente en un momento vea las cosas con claridad, razone, pero después se bloquee, no responda, y fuese como si se desconectase o hubiese un cortocircuito en un momento que te lleva a hacer y sentir lo contrario de lo que pensabas momentos antes.
Odio tener esa capacidad de saber cuando va a pasar algo malo.. Llevaba desde que me levante así. Acaban de llamar. Welito ha muerto. No tengo ganas de mas
Mi madre acaba de salir a toda prisa para el pueblo.
Welito no durmió apenas nada anoche, entre dolores y gritos :(
Y hoy de repente se ha puesto muy maluco. Han llamado al 061.
No me puedo concentrar en nada. Desde que me levanté esta mañana tenía una sensación extraña.
Quizás sea una falsa alarma, pero si lo es, ¿qué más da? eso sólo supone seguir alargando la agonía.
Mi welito ya no es él. Está ahí, como un saco de huesos, sufriendo, y cuando no sufre es porque está de fármacos hasta arriba. Su mente está perdida en el pasado, en su propio mundo.
El alzheimer ni siquiera le ha dejado enterarse de que mi abuela ya no está, de que hace dos meses que la enterramos... Sigue llamándola, sigue hablándola con ella, y si le das la mano cuando va a dormir sigue pensando que es ella quien está a su lado.
Cuando la echa en falta le dicen que está durmiendo porque no se encuentra bien, o que ha ido a la peluquería, y sólo dice que esa mujer se ha vuelto una corredora...
Sólo una vez tuvo un momento de gran lucidez y dijo, "yo creo que se ha muerto y no me decís nada..." Ese momento fue angustioso. Verle llorar como un niño...
Prefiero que no tenga momentos lúcidos.
No ahora.
Prefiero que todo termine mientras el sigue en su mundo, mientras en su mente todo sigue como cuando era joven, aunque eso signifique que no me reconozca, porque para él aún ni existo.
No niego que duele que alguien a quien quieres con todo tu corazón, que ha significado tanto en tu vida y con el que desde siempre has tenido una relación tan especial no sepa ni quien eres.
Duele, por mucho que racionalmente sepas que no pasa nada, que eso no significa que no te quisiera con toda su alma, que eso no significa que hayas dejado de ser su nieta favorita, si no que, simplemente quien está ahí, en esa cama, ha dejado de ser el abuelito que te llevaba a cuchus, que te contaba historias, te dejaba meter el dedito en la copa de anís cuando tus papis no miraban... que te enseñaba tantas cosas... el que te daba mimos y al que se le caía la baba cuando te sentabas a su lado frente a la chimenea a hacerle carantoñas. El que estaba tan orgulloso de la mujer que habías llegado a ser, aunque fuese el único que sentía así. Que se ilusionaba con cada una de tus cosas, con cada uno de tus proyectos y al que todo lo que hacías le parecía grande, grande, todo un mérito, por insignificante que fuese el paso...
Mi razón me dice, que ese welito ya no está, que ya no es él, que igual que su mente se fué, es hora de que su cuerpo descanse. Ojalá fuese capaz de controlar mi corazón... Pero como siempre... me es imposible
Ya salí del cursillo, antes no me dió tiempo a pasar por aquí...
El médico ha dicho que se va a probar con la terapia láser para ver que tal resulta.
Ahora mismo no quiero hablar del tema, ni siquiera pensarlo.
Hace sol, un día bonito y quedé para comer, así que pienso pasarlo bien y no agobiarme.
Al menos no hoy.
Al menos no ahora.
No quiero pensar en ninguno de mis problemas, ni recordar ninguno de los días del último mes y pico.
Sé que en algún momento mi suerte va a cambiar...
Ayer fue un día raro.
Empezó con una confusión con el despertador, continuó con una sesión de biblioteca esperando la hora de la psicóloga mientras me caía de sueño, siguió con la consabida sesión de psicoanálisis en la que la verdad me despaché a gusto, y de la que salí con bastante energía.
Aunque luego llegó la llamada del hospital... 
mandaban a welito a casa porque ya no podían hacer más por él. Le han puesto parches de morfina, morfina y otros analgésicos bebibles y un monton de cosas para evitar los dolores. La situación me agobió bastante por eso, porque me recordaba muchísimo a la de mi abuela años atrás. Y el martirio que después siguió hasta llegar a convertirse en un saco de huesos que sufría dolores intensísimos con cada movimiento, cada respiración, cada tos...
Llegué a casa bastante desanimada y triste, porque además como siempre, tengo que pasar por ahí, y me despierta demasiados sentimientos que aún están muy recientes.
Todos los días me planteo dar un rodeo para volver a casa, porque no puedo estar viendo su imágen cada vez que paso por ahí... Pero luego me enfado conmigo misma... ¿dar una vuelta que me supone media hora más de camino para huir de un recuerdo? Y luego... ¿qué? ¿voy a dejar de hacer todas las cosas, de oir todas las canciones, de ir a todos los sitios o de pronunciar todas las palabras que me lo recuerden? Así que cada día me lo planteo, y cada día rechazo la idea. Me hace daño pasar por ahí y recordar, pero a la vez me hace sentir un poco más fuerte ser capaz de plantar cara.
Pero bueno, que ya estoy desvariando. Sólo quería explicarte el estado de ánimo en el que llegué a casa...
Y allí me esperaba la sorpresa... Sí, una sorpresa. Sabes bien que no las soporto, pero esta vez, he de reconocer que me hizo sentir tan bien... 
aunque a la vez me intriga muchísimo, lo cual creo que es bueno, porque me distrae de otros pensamientos...
¡¡Me mandaron un ramo de flores!! ¿Quien? Pues eso es lo que me tiene intrigada, porque no tengo ni idea.
Cuando lo trajeron sólo estaba en casa mi hermano que fué quien lo recogió. Tenía tarjeta y todo eso, pero no llevaba nombre y dice mi hermano que no le dijeron nada salvo que era para mí y que firmara.
Ya sabes lo curiosa que soy, y que no me iba a quedar con la intriga, así que llamé a la tienda de la que me lo habían mandado y nada, no saqué nada en claro :S Quien lo encargó no quería poner el nombre, y se encargó por un rollo de esos de interflora a través de internet... Así que nada, con las ganas de saber me quedo :S ¡¡Cuando uno es tan curioso como yo eso es una tortura!!
Ains, pero es más bonito... Esta tarde le pediré a mi hermano que me preste la cámara y le hago una "afoto" pa que lo veas... aiiins
El mensaje de la tarjetita también me gustó mucho me puse hasta colorada 
"Nada merece tanto la pena como para empañar una mirada tan brillante y borrar una sonrisa tan bonita. ¿Cuando volveremos a verla? Se echa de menos"
Pensé que sería de mi niña, pero no. Y llamé a mi sire, y tampoco... ains, ¡que intriga! ¡¡No soporto no saber!! Y estoy como al principio. Sé quien no lo mandó, pero no quien lo hizo, y ¡no se me ocurre!
Pero ains, lo cierto es que me hizo sentir tan bien... el resto del día, pese a que ninguno de los problemas ni de las tristezas desaparecieran estuve con la sonrisa puesta
Hace sentir tan bien pensar que por ahí hay alguien que te quiere...
Y cuando me levanté esta mañana, lo primero que recordé fué que hoy me toca el médico y que me dirá que pasa al final... Me puse nerviosa, pero ví el ramo y sonreí de nuevo, no me dió tiempo a ponerme triste
Y sí, estoy muy nerviosa, pero a la vez no sé, estoy llena de energía y desde ayer al mediodía no sólo no he vuelto a llorar, si no que no he parado de sonreir...
Mil gracias a quien sea que lo envió, porque me ha dado un poquito de luz y alegría en esta semana que estaba siendo tan difícil y me ha hecho sentir que no estoy sola
Bueno Nick, voy a ver si hago algo útil hasta la hora de ir al médico 
Ains, como me gustaría poder acurrucarme como el gatito y dormir, dormir, dormir días y días enteros... hasta despertar de esta pesadilla del último mes y medio...
Estoy supercansada, tardé muchísimo en dormirme anoche...
Para colmo puse el despertador supuestamente a las 6:30 y pensé, bueno, voy a quedarme un ratito más en la cama, hace tanto frío fuera... y resulta que no, que lo había puesto a las 7. Con lo cual se me ha hecho tarde :(
Así que nada, en la biblioteca hasta las 9 y media que tengo cita con la psicóloga.
Mi registro diario de comidas de estos últimos 15 días es un desastre.
Yo que sé, la mayoría de los momentos tengo mil y una cosas en la cabeza y no puedo comer, y el resto, mejor que no me acordase :( Y ahora para colmo después de las pruebas me duele al tragar, lo cual tampoco ayuda.
Mañana otra vez al médico, afuf, voy a acabar odiándolos, creo que equivoqué la profesión que escogí.
Extrañamente no estoy nerviosa por lo que me pueda decir. Diría que estoy más bien apática. A lo mejor influye lo de los resultados del scaner de welito que me dijo mi madre cuando llegó anoche del hospital. El tumor está muy extendido, en el hígado, páncreas, vegiga, en todos los huesos. :(
No pueden hacer nada, y ya lo han tenido demasiadas semanas en el hospital, así que mañana o pasado lo mandarán a casa. Como con welita :( Ahora espera una larga temporada de estar esperando y rezando porque lo inevitable llegue ya, por dejar de ver como la persona que quieres se consume poco a poco, sufre, y cada día lo único que desea es morir para que el suplicio termine ya.
E inevitablemente me da por pensar si terminaré yo así... Y me hace pensar en lo mucho que desearía alejarme de todo y todos para que cuando ese momento llegue nadie esté sufriendo a mi lado.
¿Cómo cargar a alguien con la agonía de pasar por eso contigo si eres consciente de que puede ser?. Dan ganas de condenarse a una misma a la soledad, porque no soportaría que nadie sufriese por mí... y sin embargo, la soledad no es más que eso, una condena...
Hoy la paciente ha tenido que hacerse más pruebas para establecer exactamente la localización y el alcance de la lesión.
En principio se va a probar una terapia nueva.
Se inyectará por vía endovenosa un fármaco a dosis de 2mg/kg - esta paciente parece que cada día le sale más barata a la seguridad social...- y tres días después a través de un endoscopio se le aplicará una sesión de rayos laser - como la guerra de las galaxias, ja - .
Se supone que esto liberará una cosa llamada radicales libres de oxígeno que destruirán selectivamente las células afectadas. La técnica parece estar dando bastante buen resultado.
Pero todavía esta por determinar si puede ser aplicada a esta paciente en este caso.
Si no, habría que decantarse por una toracotomía lateral izquierda - osea, abrir la parte izquierda del pecho - y seccionar el diafragma para cortar la parte baja del esófago y parte del estómago de ser necesario. Si esto es así, el estómago debería ser elevado ligeramente o en su defecto debería interponerse un fragmento de intestino delgado o colon en caso de complicaciones.
A los riesgos de cualquier intervención quirúrgica hay que añadir las complicaciones que pueden surgir; fugas, estenosis, reflujo bilioso, dolor torácico quemante... necrosis del fragmento del intestino interpuesto...
De ser necesario se aplicaría radioterapia de ciclo corto previa a la cirugía , que puede producir obstrucción, dificultades para tragar, y dolor torácico. A veces puede no resultar necesaria la radioterapia, pero ser útil acompañar la cirugía por varios ciclos de quimioterapia.
Me doy cuenta de que hablo y pienso en ello como médico, desde fuera, lejos, desde la ciencia y no desde el sentimiento; como si toda la pesadilla no tuviese nada que ver conmigo... Así es más fácil aguantarlo y no hundirme del todo. Si la primera opción no funciona, la otra ofrece una tasa de supervivencia a los 5 años del 70%.
Un 30% es mucho, y no hay forma de saber en que lado de la balanza va a estar uno...
¿Cómo ha de comportarse alguien al pensar que puede estar ante sus últimos 5 años?
Sólo queda esperar a los resultados el viernes, y saber al final cual es la alternativa a seguir, en que queda todo...
Me siento como una muñeca a la que alguien ha roto y debe ser recompuesta... En todos los sentidos.
Madrugué demasiado, pero no podía dormir, así que ¿para que seguir dando vueltas y vueltas en la cama?
El día ha amanecido oscuro y lluvioso, lo mismo que mi alma.
Recuerdo que de pequeña me decia mi abuela que cuando llovía era porque los angelitos estaban tristes...
Ahora con la distancia que da la edad me da por preguntarme... ¿un ángel también puede estar triste y llorar? ¿Porqué nos hacen creer entonces que el cielo es ese sitio donde todos estaremos felices hasta el fin de todo tiempo?
¿Y si lo que nos espera después de esta vida ese una continuación de lo mismo? Los mismos problemas, las mismas tristezas, el mismo dolor, las mismas alegrías que se escapan raudas y efímeras...
Ya estoy de nuevo con los y si... Tengo el ánimo reflexivo. Creo que quizás me pongo a pensar en cosas sin respuesta, a desvariar y filosofar para no pensar en la realidad, para escapar de la idea de que dentro de 2 horas me espera el doctor.
Debería haber ido a clase... Pero lo que menos ganas tenía ahora es del maldito curso, de cirugía y de cánceres...
Piensa, piensa en otra cosa... no dejes que tu mente se centre en el problema... piensa en poemas, en canciones, en mañanas, en olores, colores, paisajes a través de las ventanas... Piensa en sensaciones agradables... piensa en cosas que te hagan sentir segura. Respira hondo. Relajate. Eso es...
Escribir dejando que tu mente vuele alivia.
No importa lo que piense cualquiera al leerlo...
A fin de cuentas, tampoco yo les importo a ellos... Somos meros desconocidos.
Quien sabe si en algún momento de esta vida puedan cruzarse nuestros caminos... y si es asi... ¿qué importa? sabrán desde el primer momento quién y como soy, conoceran mis sentimientos, mis pensamientos... mis virtudes, mis innumerables defectos... ¿tiene esto algo de malo?
¿Que piensen que estoy loca? ¿acaso no lo pienso a veces yo también?, ¿acaso no hay en todos nosotros un punto de locura?
¿Que el que conozcan mis sentimientos y pensamientos me hace más vulnerable? A fin de cuentas, que más da... si alguien quiere hacerte daño acabará haciendolo por mucho que te protejas... ¿para qué perder el tiempo en ello? Además, nadie puede ser más duro conmigo de lo que yo misma soy...
Voy a dar un paseo por el parque mientras espero a las 11 y media. Me gusta pasear bajo la lluvia, sentir el olor a hierba húmeda y la tierra blanda bajo mis pies...
Cuando vuelva a escribir quizás la vida habrá cambiado...
He estado dando un paseo por la playa.
La noche es clara y muy fría.
Me senté un ratito en el rincón de siempre. El que desde durante años ha sido mi lugar de peregrinaje en las horas bajas.
No se porqué, pero el sonido del mar y las luces de la bahía siempre me calman. El olor a algas y sal, la brisa en la cara... Las estrellas sobre mi cabeza, la arena fría bajo los pies...
Intentaba abstraerme de los problemas, de los miedos, perderme y olvidar mi soledad en una soledad aún más grande...
Caminé por la orilla hasta que los pies se me entumecieron del frío, sintiendo las olas saladas romper entre mis dedos.
Intentaba concentrarme en las estrellas, en la inmensidad del firmamento, en el lenguaje de la vida y el mundo. Pero no era fácil vaciar mi mente de la angustia y la ansiedad.
Por más que intentaba respirar hondo, sentir en cada una de las fibras de mi cuerpo el frescor del viento, sólo acertaba a repetir en mi interior una y otra vez la misma inútil frase... "y si..." Últimamente cada una de mis conversaciones conmigo misma están plagadas de frases que comienzan por un y si... Y si hubiese hecho o dicho tal o cual cosa, y si no hubiese hecho tal otra... Y si pasa tal cosa ¿que hare? y si me dicen tal otra... y si.. y si...
Pero esta noche no puedo evitarlo. Mañana tengo que visitar al médico para hablar de las alternativas. Y no puedo parar de preguntarme y si sale mal? y si no soy lo suficientemente fuerte para luchar?y si duele mucho? y si los efectos secundarios... y si... y si... todo está lleno de dudas, lleno de interrogantes que no puedo evitar, y para los que esta noche no tengo respuesta.
Será una noche larga... mañana se decide el resto de mi vida... Tengo mucho miedo.
Me he pasado la mayor parte de la noche luchando por no llamarle.
Intento no pensar en el lunes, no pensar en mis miedos, en las implicaciones, en las estadísticas.
No pensar en radio ni quimioterapia, no pensar en quirófanos, no pensar en muerte...
Porque sé que no sirve de nada torturarse, pero el miedo me atenaza, la angustia me puede...
Y echo de menos al amigo que fue mi apoyo en los peores meses. Al que me ayudo a salir a flote, el que estaba ahí, alentándome no importaba la hora... y a ratos em siento débil, porque me falta y necesito esa parte de él, mucho más de lo que alguna vez necesité su amor...
Porque siento que sólo él sabe por lo que he pasado este tiempo, porque fue algo compartido, algo que pasamos y aprendimos a superar poco a poco juntos... Sólo él sabe del esfuerzo, del desaliento de los momentos bajos, cuando sabía decir la palabra justa para infundirme fuerza y valor... Y anoche necesitaba a ese amigo con todas mis fuerzas...
Pero lucho. Lucho para recordarme que ya no está. Que me hice a mí misma una promesa... que salí de su vida para dejarle ser feliz...
Después llamé a mi sire... pobrecillo, estaba dormido. Este mes es muy duro en el trabajo... Elisa lo tenía apagado, luego pensé que seguro estaría con Nacho... Todo se me hacía más cuesta arriba sin ellos...
Soy fuerte. Muy fuerte. A veces yo misma me asombro de cuanto... pero sola no puedo.
Intenté no pensar, encendí la luz, intenté leer, escuchar música... pero lo único que tenía a mano era ese maldito CD. -Me quedé queriendo solo... Si tú no estás aquí...- Cuando lo grabé sabía bien porque lo hacía... A veces tengo esa extraña capacidad de saber que va a pasar...
Intenté pensar en cosas positivas...
A veces pienso que me estoy volviendo loca... y en esos momentos necesito hablar con alguien para sentir que vuelvo a la realidad, para no dejarme llevar por el dolor...
Pero estaba sola. A parte de ellos sólo hay una persona más que tenga unos horarios lo bastante raros y tengamos una confianza suficiente como para que no le extrañe que le llame a las tantas de la mañana porque me siento mal...
Pensaba llamarle. Luego decidí que no. Es que me confunde. Me ofrece su amistad y me dice que quiere que me desahogue, que no me guarde nada, que le diga todo lo que pasa por mi corazón y mi mente... y después se molesta si lloro. Me dice que uno debería llorar a solas encerrado en su habitación y escondido bajo las sábanas...
Es tan contradictorio que a veces me da miedo hablar, molestar, no se... Lo pensé mucho rato. Finalmente decidí llamarlo. Prefería oirle riñendome enfadado por mis lágrimas que seguir estando así de sola en una noche en la que todo era como un pozo sin fondo y en la que ninguna de las cosas que intentaba servía para arrancarme la angustia del alma, el dolor del corazón.
Al final me decidí. Lo llamé.. Tanto darle vueltas a si debía hacerlo o no... y debía haber salido. Porque acostarse nunca suele acostarse tan pronto...
No importa me dije. Respiré hondo. Intenté relajarme. Pensé en cosas bonitas. Intenté cerrar los ojos, acurrucarme y recordar momentos que me hubiesen hecho sentir feliz y segura... pero no podía.
No recuerdo bien en qué momento ni como, pero me recuerdo ante la puerta de la nevera comiendo compulsivamente. Después... la vergüenza, el dolor, el odiarme a mí misma, la culpabilidad... y una madrugada de rodillas en el aseo, vomitando, como otras...
Y hoy... hoy me siento una mierda. Una inútil. Un fracaso. La semana que viene tengo cita con Rocío, mi psicóloga. Sé lo que me dirá; que un episodio aislado es normal... Pero yo ya no veo nada normal ni en mí, ni en mi vida. Me veo en el inicio de una cuesta abajo cada vez más profunda.
Al menos no engordo. He perdido casi 15 kilos. Pero no es suficiente. Me veo horrible. Odio que me digan que soy guapa. Siento que me lo dicen por compasión. "vamos a animar a la pobrecilla". Como si yo fuese ciega. Como si no me viese en los espejos, como si no fuese para mí cada día un suplicio vivir dentro de este cuerpo.
¿Qué más da lo que diga la maldita báscula?¿Qué más da que me digan que soy bonita, o que me miren? El otro día en la fiesta... Todos diciendome lo guapisima que estaba con el vestido... y aquel chico... mi primo diciendome que me estaba mirando porque yo le gustaba... y riñendome porque yo le decía que me miraba por lo fea que estaba...
Y ¿cómo ser racional?¿cómo creer que de verdad lo piensan cuando me dicen que soy guapa, si yo me miro en el espejo y me veo totalmente diferente? Y me asusto. Porque no sé porqué no puedo verme de otra manera.
Porque antes no era así. Antes estaba feliz con ser yo, era una persona extrovertida, divertida, con ganas de vivir... no me costaba encajar en ningún lado, ni hacer amistades nuevas... y ahora... no me soporto a mí misma la mayoría de las veces, cada día me cuesta más no encerrarme en mí misma y animarme a tratar con la gente, no confío en nadie, he perdido toda chispa, toda la felicidad... Siento que ahora sólo vivo para el dolor y para controlar mi cuerpo y la maldita comida...
¡¡ODIO ESTA MALDITA ENFERMEDAD!!
Acabo de hablar con Eli.
Me llamó para preguntar que tal el médico, le conté, y me pidió perdón por la discusión de la última vez que hablamos...
Dice que sabe que no era culpa mía, que últimamente está con mucho estrés, y que aparte le pasan muchas cosas que no tenía tiempo para contarme en ese momento... Le dije que no importaba. Y acabamos llorando y diciéndonos mutuamente cuánto nos queremos :)
En cuanto el curro le permita un huequito hemos quedado en pasar un finde por ahí, en alguna casa rural por Asturias, para ponernos al día, contarnos nuestras cosas... Me apetece mogollón. La verdad es que hasta hoy no he sido del todo consciente de cómo la echaba de menos... cuanto necesitaba que nos hablásemos de nuevo.
Me dolía mucho estar así, enfadadas, y ni siquiera saber muy bien porqué era... Espero que en nuestra próxima conversación me cuente que es lo que le pasa... porque su actitud no es normal y me tiene preocupada.. Normalmente ella es el equilibrio y yo soy el caos... Y esto de ahora no tiene sentido, así que algo grave debe preocuparle.
Pero bueno, ahora me siento un poquito más ligera... si no hubiese sido por lo de esta mañana, ni siquiera estaría siendo un día demasiado malo...
Dice una costumbre brasileña que como son los primeros doce días del nuevo año resultarán los meses... por eso es tan importante empezarlo de forma positiva y relajada, intentando vivirlos felizmente..
Espero de todo corazón, que no sea cierto.
Y que tampoco lo sea la tradicional frase "lo que mal comienza mal acaba"... Porque el inicio del 2006 no está siendo muy bueno, y lo que le sigue no se presenta muy halagüeño.
El primer día del año me despertó con una desagradable sorpresa. Noticias del hospital. Los resultados de welito eran peor de lo que pensábamos.
La ecografía de abdomen ha revelado que tiene un tumor en el hígado. Nos han dicho que es bastante grande, que ya está extendido y tiene metástasis en varios sitios, que debemos perder toda esperanza.
Me ha hecho recordar la situación de hace años. Mi abuela sufriendo durante dos años con la quimioterapia, con todo tipo de tratamientos, para terminar muriendo entre dolores terribles...
Por mucho que me duela perderle, ahora me encuentro rezando para que el final no se haga largo, para que el sufrimiento no se prolongue.
El segundo día fue largo, muy largo. Intentando hacerme a la idea, intentando vencer mis nervios pues hoy me tocaba ir a mí a consulta por los resultados de mi revisión, la vuelta a casa despues de esos días de "exilio" forzoso...
Me sentía un poco sola, un poco abandonada a mi suerte rodeada de tanta gente que parecia feliz..
No se, necesitaba sentirme apoyada, que la gente que dice quererme me lo demostrara... Me sentía vulnerable y creo que por primera vez en mucho tiempo no me protegía frente a todos y me permitía a mí misma mostrar cariño, no ser distante...
Necesitaba por una vez no estar pendiente de los sentimientos y necesidades de todo el mundo, no tener que demostrar nada, no tener que dar nada, y que me diesen a mi...
Necesitaba cariño, apoyo, sensibilidad, tacto, alguien que sólo por un día cuidase de mí un poquito.
Saber que le importo de verdad a alguien, que no todas las personas dicen que estarán siempre a mi lado y acabarán desapareciendo... Y supongo que me hizo llorar ver de manera tan clara que realmente estaba sola.
Y el día de hoy... bueno. Estoy un poco bajo shock aún. Las pruebas han dado malos resultados.
Vuelta a empezar de nuevo. Aún no sé si me tienen que volver a operar y esta vez de una manera más radical, o si antes de eso tenemos que probar con otras terapias. El doctor ha dicho que es algo que debemos meditar y decidir conjuntamente. Tengo miedo. Pasar por todo de nuevo es algo que no puedo imaginarme..
Hay veces en las que uno se siente mal y desesperado, y desea, o cree desear, estar muerto... pero cuando realmente la posibilidad existe, se da cuenta de que para morir hay que ser tan valiente como para vivir. Que cualquier cambio es doloroso.
Me asusta la muerte, me asusta el dolor... me asusta la soledad. ¿cómo seguir adelante?
No hay nada más frustrante para un médico que estar enfermo... Te sientes impotente, porque nada de lo que has estudiado cambia nada, porque no puedes hacer absolutamente nada para solucionarlo... y por otro lado, sabes perfectamente lo que te espera. Conoces cada signo, cada síntoma. Conoces las posibilidades de tratamiento, el grado en el que funcionan o no, las posibles secuelas, los posibles resultados... y sobre todo, conoces las malditas y crueles estadísticas.
La idea de pensar fríamente que tu vida puede acabar a los veintitantos hace que te plantees muchas cosas.
Te das aún más cuenta de todo lo que no tienes y tuviste, de todo lo que te falta por hacer, por sentir... añoras aún más a las personas, las situaciones y los sentimientos que perdiste... y te da un poquito por pensar que tienes que darte prisa en vivir, por si realmente queda poco...
No sé, creo que hoy no es buen día para escribir. Estoy de un humor extraño. Triste, asustada, dolida...
Si realmente esa tradición brasileña tuviese algo de verdad, me esperaría un mes de enero triste, un mes de febrero largo y muy solitario, y un mes de marzo de angustia, miedo, soledad, dolor... Veremos mañana que me depararía abril... cuando se toca fondo y las cosas van tan mal, nada puede ir a peor, ¿no?...
(3 enero)